miércoles, 9 de marzo de 2011

Eugenia Grandet, de Honoré de Balzac

Pues como siempre, leyendo a lo tonto. Me lo compré porque la encuedernación me parecía muy "rimbombante" y era barato, en La feria del libro antiguo y de ocasión de Madrid.
Tengo que decir que al principio no entendía la mitad de las cosas, lo que achaco a una pésima traducción. Sospecho que por este motivo me he perdido muchos detalles interesantes. Después me fui haciendo con el estilo de cutre-traducción y lo de siempre: no puedo parar de leer.
No había leído antes nada de Balzac, y para ser esta una de sus obras más importantes, no me ha parecido la leche. Claro que es la humilde opinión de alguien que no tiene ni idea y encima se lee una mala traducción.
Aunque no sea ésta la parte del libro que quedará en mi recuerdo, quiero transcribir aquí unas líneas que me han hecho gracia, en las que se habla del personaje Carlos Grandet, que en ese momento del libro se gana la vida con la trata de esclavos:

"Vendió chinos, negros, nidos de golondrinas, niños, artistas (...)"
Vale lo de chinos y negros, dos razas para la mentalidad de esta época, pero ¿nidos de golondrina? Y después habla de "niños" y "artistas" como si fueran a su vez otras dos "razas".
Inmediatamente después, y sin relacionarlo de ninguna manera, dice que "el hábito de defraudar los derechos de aduana le hizo menos escrupuloso sobre los derechos del hombre" ¡Por favor! ¡No me caes bien Honorato! (¿Posible traducción de Honoré?)


1 comentario:

  1. A mí el hábito de hurgarme la nariz me llevó a ser proxeneta... La vida es así.

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